El país más libre del mundo
La caída de la monarquía se sintió como una liberación sin precedentes. En Rusia se abrió un periodo de intensa alegría popular y de fermentación revolucionaria. Un frenesí por hablar y exponer las ideas propias se instaló en todos los estratos sociales. Las reuniones fueron diarias y los oradores se sucedían de manera casi interminable. Se multiplicaron los desfiles y las manifestaciones. Decenas de miles de cartas, con direcciones y peticiones se enviaban cada semana desde todos los puntos del territorio para dar a conocer el apoyo, las quejas o las reclamaciones del pueblo. Se dirigían principalmente al nuevo Gobierno provisional y al Sóviet de Petrogrado.
Más allá de las expectativas inmediatas, lo que dominaba era el rechazo a toda forma de autoridad, lo que permitió a Lenin hablar de la Rusia de aquellos meses como «el país más libre del mundo», como describió Marc Ferro:En Moscú, los trabajadores obligan a su patrón a aprender las bases del futuro derecho obrero; en Odesa, los estudiantes dictaban a su profesor el nuevo programa de historia de las civilizaciones; en Petrogrado, los actores sustituyeron a su director de teatro y escogieron el próximo espectáculo; en el ejército, los soldados invitaban al capellán a sus reuniones para que este diera sentido a sus vidas. Incluso los niños menores de catorce años reivindicaban el derecho de aprender boxeo para hacerse escuchar ante los mayores. Era el mundo al revés
Por último, la manifestación más clara de la emancipación de la sociedad civil fue, por supuesto, la creación espontánea de los sóviets(consejos) de obreros, campesinos, soldados y marineros, que cubrieron en una semana la práctica totalidad del país. Estas asambleas, que ya habían surgido en 1905, paliaron la escasez de organizaciones habituales en Occidente (partidos, sindicatos...) debida a la represión zarista. Fueron órganos de democracia directa que pretendían ejercer un poder autónomo, y, ante la posibilidad de que el Gobierno Provisional ejerciera una contrarrevolución, velaron por la preservación y la ampliación de las conquistas de laRevolución de Febrero.